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Albahaca santa, el gran escudo protector frente al estrés


Una leyenda hinduista aseguraba que el mismísimo Dios de la muerte se inclinaba siempre ante la albahaca santa. ¿Tan fuerte es su protección? Todo apunta a que sí, siendo especialmente beneficiosa para una enfermedad de lo más actual: el estrés.

Origen: India.

Nombres populares: tulsi, tulasí, al­bahaca morada, la incomparable, reina de las hierbas, madre de las medicinas de la naturaleza (nombres mencionados en un texto de medicina ayurvédica de hace 3.000 años).

Nombre latino: Ocimum tenuiflorum (sinónimo: Ocimum sanctum).

Familia: lamiáceas.

Partes utilizadas: partes aéreas.

Componentes activos: taninos, fenoles, sesquiterpenos, monoter­penos, estragol y 1,8 cineol.

Formas de utilización posibles: cápsulas, comprimidos, extractos hidroalcohólicos y aceites esenciales.

Indicaciones: ansiedad, angustia, sensibilidad al estrés, dolores es­pasmódicos, fatiga nerviosa, diabetes tipo 2, problemas de concentra­ción y memoria, problemas de sueño y tratamientos de radioterapia.

En el hinduismo la albahaca santa o el tulsi es la reen­carnación de la diosa Tulsí, conocida como “la incomparable” por su asombrosa belleza. Amante de Krishna, principal divinidad del hinduismo, Tulsí fue transformada en planta por un asunto de celos en­tre divinidades. Por eso los hinduis­tas atribuyen a esta planta propieda­des sagradas y beneficiosas para la salud, ya que para los practicantes del hinduismo cuando se habla de algo sagrado también se está ha­blando de salud.

Al tulsi se le atribuyen propieda­des protectoras, y por ese motivo la mayoría de los templos y las casas cuentan al menos con un brote de albahaca santa en la entrada. Tam­bién tiene la capacidad de purificar, tanto a lugares como a personas, lo que se aplicaría igualmente al espí­ritu y al pensamiento, ya que prote­ge, purifica y clarifica la mente.

¿QUÉ NOS DICE EL AYURVEDA?

Para los médicos tradicionales la al­bahaca santa ocupa un lugar muy importante dentro del Ayurveda, ya que equilibra los chakras (los centros de energía del cuerpo). Indepen­dientemente del problema de salud que se tenga, según la medicina ayurvédica el tulsi ayuda “a ponerse bien”. Es por esta razón que se re­ceta para toda clase de males: asma, bronquitis, tos, diarrea, dolor de ca­beza, fiebre, alergias, dolores, fatiga, trastornos nerviosos…

Este amplio abanico de indicaciones recuerda a la familia de las plantas adaptógenas, entre cuyos ejemplos más conocidos se encuentra la rodio­la, el ginseng o el eleuterococo. La principal característica de esta planta es que, al no actuar de una manera específica, lo que hace es incremen­tar la resistencia general al estrés. Esto crea una especie de “hipera­daptación” a toda clase de estrés, ya sea físico o mental. No obstante, su principal indicación es para el estrés mental, que tiene un gran impacto en muchas esferas de la salud.

EL ESTRÉS EN EL SIGLO XXI

Hasta hace muy poco la esperanza de tener una vida sana no dejaba de crecer gracias a los avances en materia de salud y de ciencia médica. Pero desde 2006 las cifras vienen dibujando una curva inversa. Y lo que es peor, investigadores de las Universidades de Stanford y Harvard afirman que ante unas condiciones estresantes en el trabajo la esperanza de vida puede reducirse hasta… ¡los 33 años!

Se sabe que el estrés es el culpable de numerosas enfermedades graves o incluso crónicas. ¿Quién no se ha sentido alguna vez desbordado por un acontecimiento o una situación estresante que ha abierto la puerta a un virus o a una tensión muscular, como por ejemplo una tortícolis? Y es que el estrés puede influir en to­dos los sistemas del organismo, así como en la digestión, la glucemia, el equilibrio del colesterol o la vitali­dad en general.

Lo que consigue la albahaca sa­grada es actuar directamente sobre todos esos problemas, debido a sus principios activos tan variados. Por ejemplo, sus taninos tonifican los tejidos y calman las inflamaciones, mientras que su aceite esencial es antibacteriano, antihistamínico y antiinflamatorio. Y lo más probable es que en los próximos años se des­cubran nuevas aplicaciones.

UNAS PROPIEDADES MUY REALES

Aunque en la medicina ayurvédica se mencionan muchas propiedades espirituales, desde un pun­to de vista eminentemente científico han sido muchos los estudios que han demostrado sus capacidades. Varios de ellos señalaron una acción radioprotectoralsi”) muy interesante a la hora de tratar determinados tipos de cáncer. En otro experimento(1) se confirmó que varios de sus compuestos antioxi­dantes también tenían un efecto protector, sobre todo los flavonoi­des, lo que permitía prevenir el cán­cer de hígado, de pulmón y de piel. La albahaca también ha resultado ser un “cazador” de metales pesados que ayuda a expulsar del organismo y, por último, es un magnífico antiestresante. Esta es propiedad más notable, ya que calma la mente.

En caso de alergia respiratoria la albahaca también resulta de gran ayu­da. Por último, otros estudios han hablado de que mejora la concentración. También regula la secreción de cortisol, una hormona que en caso de estrés crónico llega a ser excesiva, por parte de las glán­dulas suprarrenales.

Al igual que la albahaca común (Ocimun basilicum) el tulsi alivia los dolores de origen espasmódico. Es por ello que resulta potencialmente beneficiosa para los espasmos o des­equilibrios nerviosos.

¿CUÁNDO HAY QUE TOMAR ALBAHACA SANTA?

El tulsi o la albahaca santa siempre resulta útil para tratar cualquier tipo de estrés. Permite volver a te­ner las ideas claras y centrarse me­jor cuando se acumulan demasiadas cosas, como por ejemplo en caso de exámenes o ante una gran carga de trabajo. En todos estos casos, sobre todo en situaciones de fatiga nervio­sa, esta planta se ocupa de todo.

Acuérdese de ella cuando sospeche que existe una relación entre el pro­blema de salud que está teniendo y un estrés de tipo mental o emocional. Puede tratarse de un problema diges­tivo, de insomnio, de hipertensión ar­terial, de contracturas musculares o de una debilidad de tipo inmunitario.

En caso de alergia respiratoria el tulsi también resulta de gran ayu­da. Por último, otros estudios han demostrado su eficacia a la hora de tratar la diabetes tipo 2 y de reducir los niveles de triglicéridos.

¿CÓMO SE DEBE CONSUMIR?

• Infusión: los médicos ayurvédi­cos afirman que la mejor forma de aprovechar los beneficios de la al­bahaca santa es tomarla fresca y en infusión. Esto es así porque contiene una pequeña concentración de acei­te esencial que es muy volátil, por lo que soporta mal el secado. También es mejor tomarla en infusión para be­neficiarse al máximo de sus flavonoi­des y demás compuestos. Una buena opción es que la cultive usted mismo en casa para utilizarla en función de las necesidades que tenga.

• Complemento alimenticio: puede encontrarla en forma de cáp­sulas o comprimidos. Lo normal es empezar con un tratamiento pro­longado de al menos 3 semanas. Las dosis pueden variar entre 300 y1800 mg al día (repartidos en va­rias tomas) en función del objetivo deseado.

• Aceite esencial: también se puede optar por este formato, pero su concentración no permite trata­mientos largos. De hecho, una so­bredosis puede resultar tóxica para el hígado y se desaconseja en mu­jeres embarazadas y en niños. Para uso interno tome 3 ó 4 gotas al día mezcladas con un poco de miel du­rante unos días. También puede aplicar externamente 1 gota mez­clada con un poco de aceite vegetal en la zona de las glándulas suprarre­nales (encima de los riñones).

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